Python es un excelente lenguaje de programación: es muy sencillo de aprender y utilizar, tiene potentes estructuras de datos, una gran colección de módulos y librerías para realizar prácticamente cualquier tarea, la gestión de memoria es muy sencilla gracias a su recolector de basura y está orientado a objetos. Lo único malo es que Python es un lenguaje interpretado y como tal, resulta lento para determinadas tareas.
Los lenguajes compilados como C se comportan de una manera muy eficiente pero resultan muy poco productivos porque no disponen del amplia gama de módulos y librerías de Python, además el programador debe gestionar la memoria y las estructuras de datos a mano, cosa que desemboca en la mayoría de las ocasiones en fallos de seguridad, fugas de memoria, etc.
Lo inteligente sería utilizar lo mejor de cada lenguaje: programar el software en Python y después aislar las secciones criticas y reescribirlas en C implementando un interfaz que nos permita utilizar el nuevo código desde Python. Esto es lo que hace un wrapper.
ENLACE
No hay comentarios:
Publicar un comentario